Un golpe “histórico” a los piratas del fútbol | Es LaLiga | EL PAÍS
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La pieza que faltaba en la estrategia de LaLiga para combatir la piratería llegó el pasado diciembre, a pocos días de dar carpetazo a 2020, en forma de sentencia judicial. El juzgado de lo Mercantil número 6 de Barcelona autorizó a LaLiga y Movistar +, el principal tenedor de los derechos televisivos de la competición en España, a pedir el bloqueo inmediato de más de 40 plataformas que ofrecían retransmisiones ilegales en la Red y de nuevos dominios vinculados sin necesidad de autorización previa, como ocurría antes. La organización deportiva tilda la decisión de “histórica”, ya que por primera vez dispondrán de un mecanismo capaz de acortar el tiempo entre la detección de las señales piratas, misión que lleva a cabo su equipo de protección de contenido, y la posterior retirada de las mismas, responsabilidad de los operadores.
Nada más lograr la venta centralizada de los derechos televisivos, en 2015, LaLiga supo que tendría que hacer frente a una actividad que solo en 2020 causó pérdidas por valor de 2.416 millones de euros en España, según la Coalición de Creadores. Por eso, la organización reclutó a partir de entonces a expertos en ciberseguridad, desarrolladores y especialistas en redes sociales que pasaron a integrar LaLiga Content Protection. Este departamento, ahora convertido en una filial de LaLiga Tech que también ofrece servicios a terceros, logró desarrollar herramientas únicas como Marauder, un software que localiza desde dónde parten las señales piratas y denunciar al dueño del dominio. Pero llegado este punto el proceso podía tornarse


