Por unos Juegos Olímpicos de invierno en España | Deportes | EL PAÍS

Para entender el histórico olímpico de los deportes de invierno debemos dar un repaso a lo conseguido como medallas olímpicas.

Quiero empezar por los hermanos Fernández Ochoa. Paquito, que conquistó el único oro conseguido en unos Juegos Olímpicos de los deportes de invierno, en Sapporo 1972, y su hermana Blanca, que consiguió una magnífica tercera posición en Albertville 1992.

Desde que han ido en aumento el número de participantes en las diferentes modalidades, donde Javier Fernández consiguió una tercera posición en patinaje, poniendo a España en el podio olímpico, y en esos mismos Juegos en Pyeongchang (Corea) de 2018 Regino Hernández conseguía un tercer puesto en snowboardercross. Respectivos podios sabrían a oro para nuestro país.

Desde entonces todos los equipos, hombres y mujeres, han trabajado cada uno en sus disciplinas para poder alcanzar ese sueño olímpico que la pandemia dificulta y hace más difícil aún las clasificaciones; las estrategias a estos niveles son importantísimas para la búsqueda de puntos para las clasificaciones olímpicas que son esenciales para poder tener la oportunidad de conseguir una medalla.

No hay que olvidar que son deportes costosos desde los inicios, que no somos un país de deportes de invierno como algo popular, pero sí puedo decir que se esquía mucho en España, según los datos la Asociación de Estaciones de esquí y Montaña (ATUDEM), que disfrutamos mucho de la montaña y del esquí como deporte de ocio. Recuerdo que cuando conseguí subirme al podio en la Copa del Mundo en una de las victorias de la Copa del Mundo en un periódico francés decía: “María José Rienda recuerda que España tiene montañas”. En el extranjero nos ven todavía como algo exótico o como un país estupendo de sol y de