Toda una final con sabor a plata
Pase lo que pase, quedarán otros 27 puntos en juego, que son muchos todavía para luchar por cualquier objetivo. Pero no hay duda de que la cita que tienen esta tarde en el Reale Arena el Sanse y el Mirandés puede marcar el devenir de la categoría y condicionar la batalla por la permanencia. Separados por, el filial de la Real Sociedad es ahora el equipo que marca la delgada línea entre la tranquilidad y el drama del descenso. Si lo de esta tarde no es una final, se le parece muchísimo ().
Porque un triunfo de la Real B mete una presión asfixiante, no solo al propio Mirandés, sino al Sporting de Gijón, al Malaga y hasta al Huesca. Y el panorama de la agónica lucha por la salvación cambia de manera radical. Pero si es el equipo rojillo el que sale victorioso del Reale Arena, digamos que poco cambia la situación actual y aparte de sumar mucha tranquilidad, de rebote le regala calma al resto de equipos invitados a esta 'fiesta' tan incomoda. Sí, definitivamente, no es un partido más. Hay mucho en juego para los dos protagonistas y para todo el entorno de la pelea por la permanencia.
El Sanse, de momento, bastante tiene con haber llegado con vida a esta cita, viendo como estaba hace poco más de un mes. Sus le han permitido ganarse el derecho de tener la oportunidad de engancharse del todo a la salvación. Xabi Alonso ha conseguido encontrar un equipo fiable, y ahora todo es posible. Y todo eso ha hecho que la afición se enganche al filial, con ayuda del club que esta semana ha regalado entradas a diestro y siniestro para que el Reale Arena presente el mejor aspecto posible y lleven al Sanse hacia la victoria.
Por su parte, el Mirandés quiere dar un golpe sobre la mesa y acercarse a la salvación ante un rival directo, que se juega