El ogro de la Mannschaft
Hubo una época en la que el nombre de Alemania causaba estupor entre los españoles en cuanto al fútbol se refiere. La trayectoria de la Selección y de los clubes nacionales ante los equipos germanos estaba marcada por una historia negra en la que los fracasos eran mucho mayores que los éxitos. Así fue durante casi toda la segunda mitad del siglo XX. El Bayern era un ogro al que nadie quería ver y la Mannschaft, su extensión histórica por la cantidad de jugadores que siempre aportó a la selección alemana, un dolor de muelas en Eurocopas y Mundiales. Nos ganaron en las Copas del Mundo Inglaterra 66’ (2-1) y España 82’ (2-1) y nos eliminaron en cuartos de final de la Eurocopa de 1976. También nos ganaron en la del 1988 (2-0). Ganarles en las semifinales de la Eurocopa de 1984 fue considerado todo un hito para una generación que durante año temió enfrentarse a la selección alemana.
Pero llegó el siglo XXI y la película cambió por completo. El punto de inflexión fue la final de la EURO 2008 celebrada en Viena. En aquel partido La Roja escribió el primer capítulo de una trilogía dorada (Eurocopa-Mundial-Eurocopa) que hasta hoy sigue siendo el mayor dominio de una selección en la historia del fútbol. España ganó a Alemania con un gol de Fernando Torres y desde ese día, la Selección se ha convertido en el ogro particular de la Mannschaft: en los tres últimos torneos en los que se han enfrentado, la Selección siempre salió victoriosa.
Tras la final de la Eurocopa, volvieron a verse las caras dos años después, nada menos que en unas semifinales del Mundial de Sudáfrica 2010. El equipo de Vicente del Bosque se impuso sólo por 1-0, con un gol de Puyol de cabeza, pero el baile durante los 90 minutos fue mayúsculo. Joachim Löw,