Monumental Pogacar | Deportes | EL PAÍS
Si es y como tal se le exige, tendrá que ser y así se espera de él. Los aficionados de la tercera década del siglo XXI gozan con el ciclismo como gozaron los de los años 60 y 70, hace ya tanto que solo saben de ellos, de sus ídolos, por lo que leen en los escritores que crearon el mito y por los vídeos vintage que les hace adorar al mismo nivel las gorras con la visera levantada y las largas fugas solitarias, absurdas y únicas; y creer en el poder siempre humano del derrotado, en su aparente despreocupación.


