Los Pelicans van a por los Lakers
Los Pelicans han metido la directa. Son uno de los equipos más en forma de la NBA (¿el más en forma ahora mismo?) y están aplastando a todo el que aparece en su camino. Willie Green, un entrenador novato que empezó el curso con muchos problemas, está construyendo una defensa infernal y ha equilibrado su rotación definitivamente con la llegada de CJ McCollum. Jugando así (124-90 en la destrucción de Utah Jazz) es más fácil que no se oiga hablar de Zion Williamson: su pie, su peso, sus problemas y su inacabable ausencia. Jugando así, los Pelicans tienen pinta de equipo de playoffs. Y en eso están: 27-36, en crecida imparable y ya a medio partido de unos Lakers en absoluta descomposición. Los de Louisiana son décimos (con dos partidos sobre el undécimo, el primero sin play in) y los angelinos novenos. Ese sería ahora mismo un duelo en la repesca, con ventaja de campo para el que quede por delante y mucho morbo con toda la marejada del traspaso de Anthony Davis en la que se enzarzaron estas dos franquicias.