El sainete no cesa. James Harden sigue en boca de todo el mundo a las puertas del cierre del mercado de fichajes (10 de febrero) y parece que los Sixers de Daryl Morey han acelerado para hacerse con sus servicios., en los que explotaría el gran bombazo de la NBA. Lo que parecía imposible hace unos meses es más tangible que nunca por muchos motivos: los Sixers tienen ya una necesidad real de traspasar a Ben Simmons, Joel Embiid necesita otro gran jugador a su lado y la entidad de Philadelphia podría optar al anillo con el escolta en sus filas. Por otra parte, James Harden está descontento en Brooklyn y quiere estar en otro sitio en el que se encuentro más cómodo.