La montaña Embiid espera a Harden

El día comenzó con Daryl Morey recibiendo a James Harden a pie de avión, otro paso ceremonioso hacia el inicio de una nueva NBA, la que pronto tendrá al escolta jugando con Joel Embiid (¿quizás el martes, contra los Celtics?) y en algún momento, no tan pronto, a Ben Simmons compartiendo pista con Kevin Durant y Kyrie Irving. Difícil saber cuándo, entre lesiones, puestas a punto y problemas de (no) vacunación, pero todo el mundo espera que todos los citados (menos Morey, claro) estén en pista el 10 de marzo, cuando los Nets visiten Philadelphia. Es, ahora mismo, el partido del siglo de esta regular season.

Mientras espera a Harden, Embiid (dos victorias en dos partidos desde el traspaso) enseña su nivel de MVP, premio para el que es ahora mismo el favorito. Que pregunten a los Cavs: +24 en un partido resuelto por diez puntos (103-93) y en el que el pívot camerunés desmontó el tinglado interior (Jarrett Allen-Evan Mobley) que tiene a los Cavs rondando la cabeza del Este: 40 puntos, 14 rebotes, 10 asistencias, 3 robos, 4/5 en triples, 14/15 en tiros libres… Imparable. Contra Allen en uno contra uno, enfrentado a ayudas de uno o varios rivales, obligado a pasar, forzado a hacer tiros difíciles… Embiid destrozó todos los planes de JB Bickerstaff, abrió el partido con un 14+5+6 en el primer cuarto (36-23) y dirigió la subida de revoluciones en defensa del tercer cuarto, cuando los Cavs habían tomado la delantera (de 64-65 a 71-65, más de cuatro minutos sin anotar los visitantes). En el último parcial, cerró la victoria con una secuencia en la que anotó un fadeaway, taponó a Caris LeVert y metió un triple básicamente definitivo.

El primer 40+10+10 para un sixer desde Wilt Chamberlain en 1968. Todavía sin James Harden pero