Chris Paul es la Kryptonita de Luka Doncic
Lo único que le falta a Chris Paul es, objetivamente, el anillo de la NBA. Tiene todo lo demás: el talento, los lideratos en asistencias y en robos, la capacidad defensiva y ofensiva, la paciencia, el acierto, el saber estar y, ahora, también la experiencia. Lo único que se le ha escapado es el mayor pre,mio que toda estrella añora conseguir: un título en sus vitrinas, en las que hay reservado un hueco muy grande como epicentro rodeado de multitud de cosas hermosas., tiene una clase y una calidad inigualable, ha mejorado a todos los equipos a los que ha ido y es, por derecho propio, una de las referencias baloncestísticas del siglo XXI. Lo que le falta ya lo sabe, lo que vio de cerca con los Rockets de James Harden, rozó el año pasado ante los Bucks y quiere llevarse este curso. Y lo que también se sabe, es algo que Paul ha aprendido a base de momentos complicados y un sufrimiento soberano. Eso que en la NBA, antes o después, todo el mundo acaba teniendo claro: ganar no es fácil. Nunca lo es.


