Laporta, señalado: "Una vergüenza histórica"
La prensa de Barcelona se lanza este Viernes Santo contra la planta noble del club («sin CEO ni director general», recuerda Santi Nolla en su columna de Mundo Deportivo) por la pésima gestión de las entradas liberadas para el partido ante el Eintracht de Frankfurt que permitió que la grada del Camp Nou se vistiera de blanco. Desprotegidos los jugadores, alineados por una atmósfera inesperada, el Barça perdió, fue eliminado, y 30.000 alemanes que entraron en su casa lo celebraron como si estuvieran en Frankfurt.


