Sadiq vuelve a ser la pesadilla del Málaga
Séptima victoria fuera de casa del Almería, que se consolida en la segunda plaza de ascenso, ante un Málaga que sigue en caída libre y cada vez más cerca del descenso. Ya son cinco jornadas sin ganar, un triunfo en diez partidos, seis puntos sobre 30 y la sensación de que, por ahora, no hay ‘efecto Natxo’. Umar Sadiq, como no podía ser de otra manera, dio la victoria a su equipo y mucho dolor de cabeza a los malaguistas. Mientras el Almería vuele a galopar, el Málaga se desangra poco a poco.
El partido empieza con ambos combatientes tanteándose. Peybernes, exjugador almeriense, ejerciendo como policía de Sadiq, un futbolista de una potencia y fortaleza colosales. Natxo no emplea la presión tan alta y desgastante de José Alberto, su antecesor. Va puliendo aspectos defensivos y con el balón parado donde el Málaga venía haciendo aguas.
A los 20’ el inquieto Antoñín pone a prueba a Fernando que detiene su disparo cruzado. Seis minutos después es Akieme quien ejecuta el primer disparo almeriense bien detenido por Dani Barrio, quien, desde la llegada del nuevo entrenador, parece que está ganando la partida por el puesto al también gijonés Dani Martín. El primer tiempo transcurre sin apenas historias que contar. Fútbol poco profundo, sin extremos y con exceso de pase corto. Un periodo tan poco práctico como aburridísimo que concluye sin movimientos en el marcador.
El segundo acto ofrece las mismas coordenadas. Un Málaga organizado en la retaguardia, pero con poco músculo ofensivo que hacía incómodo el trabajo a su ilustre oponente… hasta que pasó lo de siempre. Pérdida de Paulino, recuperación de César De la Hoz, balón a Sadiq que abre hacia Samu. Éste envía con precisión a Portillo quien, tras burlar a Lombán, da un pase de la