Rubén Torrecilla devuelve la ilusión al Granada
El Granada consiguió mucho en Mendizorroza. Se llevó un triunfo en el hogar del Alavés, un rival directo en la lucha por evitar el descenso y al que aventaja en seis puntos, acabó con una terrible racha de once partidos sin ganar y sigue fuera de los tres últimos puestos donde hubiera caído si no hubiera sumado de a tres tras la victoria del Cádiz ante el Villarreal.
Con la llegada de Rubén Torrecilla el equipo ha recobrado alguna de sus señas de identidad que parecían dormidas durante la etapa de Robert Moreno. Los buenos momentos de fútbol contra el Elche no se tradujeron en un mejor resultado, en gran parte, porque Edgar Badía lo paró todo. Además, el equipo no se descompuso en Vitoria pese a tener el marcador en contra durante varios minutos y supo remontar. Torrecilla acertó con los cambios. Puertas y Luis Suárez fueron los artífices materiales de la remontada.
De ideas avanzadas y con un estilo definido, Torrecilla tiene como segundo de a bordo a Diego Mainz, toda una leyenda de Los Cármenes con dos ascensos consecutivos desde Segunda B a Primera. El tándem Torrecilla-Mainz estarán dirigiendo al equipo durante estas dos semanas de parón liguero y en la próxima final contra el Rayo Vallecano.
Tras el cese de Robert Moreno el Granada decidió apostar por Torrecilla como entrenador interino (es decir, provisional) mientras estudiaba la posibilidad de manejar otras alternativas. Puso en su balanza dos posibilidades. O un técnico de la casa con hambre, conocimientos y un futuro sensacional; o un preparador con más experiencia en los banquillos. En este sentido los nombres que han salido a la luz han sido entre otros Abelardo y Albert Celades. Torrecilla seguirá como interino hasta el partido contra los vallecanos. El club