Remontada y salvación del Everton

Fue el día. Después de malgastar una bala perdiendo frente al Brentford el fin de semana, los muchachos de Frank Lampard lograron los tres puntos que necesitaban para salvarse de la quema. Jamás habían descendido los toffees de la Premier League, 68 años acumulaban sin descender a la segunda categoría. Será uno más. En una temporada horrenda que pudo acabar en drama, el Everton terminó cayendo de pie.

Goodison Park fue el jugador número 12. Y probablemente el mejor del partido. Antes incluso de que empezase. Gran noche a orillas del Mersey, donde el lado azul no celebra un título desde 1995. La parroquia local empujo a los suyos, ya desde la llegada del autobús.

Sucede que hay jugadores que gozan de un ambiente hostil. Que crecen en las grandes ocasiones. Los que más lo hicieron fueron Wilfried Zaha y Eberechi Eze. Ambos trajeron de cabeza a la defensa toffee y su trabajo tuvo una recompensa momentánea. Eze colgó una falta lateral al segundo palo para que Jean-Philip Mateta abriese el marcador a los 21 minutos. Los londinenses apaciguaron el ánimo local tomando la posesión y moviendo con calma la pelota. Se frustró el Everton. Más aún cuando tras un desbarajuste, Jordan Ayew amplió la ventaja visitante. Una pérdida de Seamus Coleman terminó en el área. Allí se encontró Ayew con la pelota, y la empujó a la red.

Manos a la cabeza. Uñas entre los dientes. Sudores y escalofríos recorrieron la grada de Goodison Park. Los nervios del equipo se trasladaron a los asientos. Los errores fueron cada vez más habituales. Hasta que regresó la fé. Michael Keane regresó a la titularidad, y redujo distancias en el marcador a los diez minutos de la reanudación. Una falta en la divisoria de los dos campos fue una buena oportunidad para colgar