Rayo Vallecano 0-Atlético de Madrid 1 | Vallecas, resurrección de Koke
Los pulgares que en el minuto 49 se señalaban el ‘6’ a la espalda bien saben lo que es Vallecas. El barrio, la lucha, la entrega. Ese lugar en el que su dueño creció y que siempre irá en su fútbol, aunque sus colores sean otros, rojiblancos desde alevín. Porque a Koke le faltaba el gol para reafirmar su resurrección y tenía que ser en Vallecas. Fue nada más regresar del descanso. Ya saben, no hay peor cuña que la de la misma madera.
Los dos estaban sobre la hierna de Vallecas. Bueno, en realidad estaban todos los de Old Trafford. Para Simeone no hay mayor principio en el fútbol de aquel que, si algo funciona, mejor no tocarlo. Ni entre sus márgenes, más estrechos, tuvo la titularidad Suárez, el banquillo ya una rutina. Iraola, mientras, abría su once tipo a los méritos: Bebé, autor de sus dos últimos goles, titular, Bebé y no Isi, para combinar la velocidad de Álvaro en la izquierda con su potencia a la derecha. Suya fue la primera llegada del Rayo a las tierras de Oblak. De Griezmann, la primera a las de Dimitrievski. Los dos balones se fueron a algún balcón de los que abrazan Vallecas. El reloj no había llegado al minuto cuatro y los dos equipos jugaban como si el partido estuviera instalado en un largo minuto 90. Intenso, disputado, aunque nada se concretara en las áreas.
Ni esa falta que lanzó De Paul con periscopio para Joãomann, el último invento del Cholo para agujerear rivales: la dupla que forman su ‘7’ y su ‘8’ como un solo hombre. Siempre móvil, activo, derramando talento. João, de cabeza, prolongó para el remate de Griezmann que, solo ante Dimitrievski, remató mal y fuera. El Atleti comenzó cómodo, sobre el orden de Herrera, pero según fueron pasando los minutos, el Rayo comenzó a tener más balón. Posesiones