Podio agridulce

Simeone hacía balance tras derrotar a la Real Sociedad. Esos tres puntos le sirven al Atlético para finalizar tercero en una Liga donde habían peligrado los puestos Champions y certifica su décimo podio consecutivo, todos los cursos completos que ha disputado con el Cholo en el banquillo. Desde la 2012-13 también se alcanzan siempre los 70 puntos (acaba con 71), se consiguen los en la última jornada, en la competición europea se llega a cuartos, rozando la prórroga contra un Manchester City campeón de la Premier, y se logra una mejoría notable en la segunda vuelta.

Sin embargo, el crecimiento del club con el técnico en el banquillo obliga a pensar en cotas más altas que quedar a 15 puntos de la cabeza, no ofrecer regularidad ni buenas sensaciones futbolísticas y especialmente ser incapaz de defender título y pelear por enlazar dos campeonatos seguidos en lo que era el gran objetivo del Atlético después de reforzarse con jugadores importantes en el mercado veraniego. Con ese batiburrillo de sensaciones, Simeone hablaba por el vestuario dejando muestras de alivio, alegría final, frustración y un sabor agridulce por lo que años atrás hubiese sido un gran éxito, pero hoy por hoy es cumplir el expediente.

“. No es fácil, porque convivimos en una Liga con Real Madrid y Barcelona, que es muy difícil competir contra ellos (...) Esta temporada es una llamada de atención, porque también nos recortan a nosotros. Villarreal, Sevilla, Real Sociedad, Betis… crecen día a día, juegan cada vez mejor, tienen futbolistas extraordinarios, entrenadores muy buenos y este año estuvimos muy cerca de no llegar”, comenzaba explicando el técnico.

Además, dejaba un mensaje sobre el cambio de chip de la plantilla. “Apareció el partido contra el