Mick Schumacher y Mazepin, ante la prueba del algodón

Triunfar en la F2 o llegar a vencer carreras, con el apellido adecuado y un equipo que conozca todo el intríngulis del campeonato es relativamente asequible. Por eso los pilotos de pago tienden a progresar en las categorías pequeñas de los monoplazas. Pero confirmarse como un piloto de Fórmula 1 requiere de algo más, que solo se demuestra en el asfalto, y en 2022 tanto Mick Schumacher como Nikita Mazepin deben enseñar ese algo más que desliza Guenther Steiner en una charla con la Prensa posterior a la presentación del Haas VF-22.

«Las expectativas son que puedan luchar por puntos. Han tenido un año de 'rookies', las expectativas el año pasado no eran altas y tenían la oportunidad de establecerse en la F1. Ahora es el año en el que tienen que demostrar que son los pilotos adecuados», opina el dirigente italiano, que no ve líderes y escuderos dentro de su garaje: «Los dos pilotos tienen el mismo contrato. El que haga un mejor trabajo. Al iniciar el fin de semana tienen las mismas posibilidades». Por ahora, ninguno ha sumado tan siquiera un punto en su corta carrera en el Mundial, apenas una temporada.

Las realidades de ambos son diferentes. Mick, de 22 años, tiene algún meritorio acceso a la Q2 y una bonita pelea con Verstappen mermado (en Hungría 2021, el Red Bull estaba tocado) como highlights de su carrera. Su título en la F2, en 2020, parece lejano ahora. Tiene de su parte a Ferrari, sigue dentro de la Academia y no escasean los piropos de Binotto y compañía al referirse a su desempeño; aunque es evidente que la ascendencia del alemán ha tenido un efecto positivo en su progresión como piloto. Por ahora, le ha ayudado más de lo que le ha quitado.

En cuanto a Mazepin, también de 22 años (ambos cumplen los 23 en marzo), estu