Los penaltis sentencian al Boavista y el Benfica, a la final
El Benfica se clasificó este martes para la final de la Copa de la Liga de Portugal después de empatar 1-1 ante el Boavista y ganar en la tanda de penaltis que permitirá al equipo dirigido por Nelson Verissimo pelear por recuperar el trono que perdió en el curso 2015/16.
El Benfica, rey de la Copa de la Liga con siete títulos en sus vitrinas, se vio las caras ante un equipo deprimido por el número de bajas: sumaba hasta once entre jugadores convocados con sus selecciones, contagiados por coronavirus o lesionados.
Además, la historia no presagiaba nada bueno para el Boavista, que a lo largo de las trece ediciones en las que se ha disputado la competición, su trascendencia ha sido nula. No llegó a participar en cinco ocasiones, no pasó de la segunda eliminatoria en seis, fue apeado en la primera ronda en una y sólo alcanzó la fase de grupos en el curso 2015/16.
Sin embargo, ajeno a los malos presagios, el Boavista saltó al terreno de juego del Estádio Municipal de Leiria con la idea de alcanzar la final que se disputará en el mismo escenario el próximo sábado. Hasta el momento, la Copa de la Liga es el único título oficial de Portugal que se le ha escapado de las manos y desde que ganó la Liga en el curso 2000/2001, acumula una sequía de dos décadas sin ganar nada.
Por eso, el Boavista, ante una oportunidad histórica, dejó atrás todas las adversidades con las que llegó a la cita y salió sin miedo a por el Benfica. Su rival, con más efectivos, no reservó a casi nadie y nombres como el ucraniano Roman Yaremchuk, el alemán Julian Weigl, Joao Mario, el belga Jan Vertonghen o promesas como el joven brasileño Morato, no iban a poner las cosas fáciles al candidato.
Precisamente, Yaremchuk fue el primero en avisar. Lo hizo pronto, casi