Los 14 salpicaderos más disparatados de los años ochenta
Luces estridentes, muchos botones y volantes recargados tomaron el protagonismo de los interiores en los coches de hace unas décadas.
1 / 26
Una extravagancia estética con forma de pirámide truncada que centró las miradas del Salón de París. Los diseños de Citroën siempre han llamado la atención.
2 / 26
El interior resulta tan llamativo como la carrocería. Además del volante y la curiosa colocación de los mandos, el habitáculo cuenta con solo tres plazas.
3 / 26
Comercializado como Lancia Beta Trevi en algunos países, su historia fue corta: 1980-1984.
4 / 26
El Beta Trevi fue presentado en el Salón del Automóvil de Turín en 1980. Llamaban la atención los relojes tras el cuadro de instrumentos y los muchos mandos alineados al lado del volante.
5 / 26
Al igual que el anterior, el prototipo se mostró en 1980 en el Salón del Automóvil de Turín.
6 / 26
Más que el salpicadero en sí mismo, resultaba sorprendente el recargado volante, que concentraba casi todos los mandos interiores.
7 / 26
Un prototipo que podría considerarse el antecedente remoto del primer gran monovolumen de Citroën, el Evasion, que no llegó al mercado hasta 1995.
8 / 26
El interior resultaba tan avanzado para la época como el del Karin: mandos alrededor del volante y un aro con un solo brazo, tan clásico de Citroën en aquella época.
9 / 26
El exterior del Orca no resultaba estridente y su mayor virtud era la aerodinámica, con un coeficiente similar al del Tesla Model S.
10 / 26
El interior del Orca incluía un volante repleto de botones y un cuadro de instrumentos igual de recargado.
11 / 26
Fue el coche que anticipó el Opel Corsa, aunque el modelo de producción resultó más recatado.
12 / 26
El volante de un solo radio estaba acompañado por dos paneles laterales. Y sobre el