El sueño se convirtió en pesadilla

La Ponferradina dijo adiós a sus opciones de jugar el playoff de ascenso tras caer en casa ante el Leganés en un partido en el que los pepineros aprovecharon al máximo sus ocasiones mientras que los de Bolo, que las tuvieron de todos los colores, no lograron ni siquiera el gol del honor. La derrota, unida a la victoria del Girona, deja ya a los blanquiazules sin opciones de alcanzar la sexta plaza a falta de una jornada.

Todo lo que podía salir mal, salió mal en la primera parte. La Deportiva era un manojo de nervios y una de las muchas imprecisiones en el pase de los de Bolo la aprovechó Borja Garcés para plantarse delante de Amir y batir al iraní en el mano a mano cuando apenas se había alcanzado el minuto cinco. Aún empeoró la cosa al cuarto de hora, cuando Juan Muñoz filtró un pase para Garcés, que hacía doblete para poner el 0-2 en el marcador.

La Ponferradina apeló a la épica y sitió el área de Riesgo, pero las múltiples ocasiones de los bercianos se escapaban por centímetros fuera de la portería pepinera. Incluso el VAR negó un penalti que Milla Alvendiz, tan fallón o más que los bercianos, había pitado por mano dentro del área tras un centro de Dani Ojeda.

Así, se llegó al descanso con una desventaja de dos goles para la Deportiva que parecía demasiado grande vistos los méritos que habían hecho los blanquiazules, pero que en cualquier caso no dejaba otra que recurrir a la heroica en la segunda mitad.

Convencidos de que era posible darle la vuelta al marcador una vez más, los de Bolo intensificaron el cerco sobre la portería de Riesgo e incluso el técnico arriesgó dando entrada a Yuri por Paris Adot para pasar a jugar con Pascanu y Copete como únicos defensas. Ni así hubo manera de derribar la defensa pepinera.

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