El Madrid, de derrota en derrota hasta la victoria final
Finalizado
De derrota en derrota hasta la victoria final. Ni era un lema ni mucho menos una estrategia, solo la descripción de lo ocurrido, de una resurrección inopinada a la que se abrazan ahora eufóricos los seguidores del Real Madrid. El Barça hegemónico hincó la rodilla en el día D y la hora H (83-86). El mismo que acumulaba 11 victorias, cinco consecutivas, en los últimos 14 Clásicos. Podía haber perdido todos esos duelos anteriores, pero el que debía ganar, el de la Final Four, se le escapó de manera casi inexplicable. Era este o nada, y salió nada.
Venció el Madrid, que iba cuesta abajo en la rodada en los cara a cara y se sacudió el dominio como los grandes, cuando tocaba. De cabeza a su 19ª final de la Copa de Europa, por delante del Maccabi (15) y del CSKA (14). En la final en fútbol y baloncesto por quinta vez en su historia tras las ediciones de 1962, 1964, 2014 y un 2018 donde conquistó el primero doblete de un club europeo. A una victoria en ambos deportes de repetir hazaña. A solo una de lograr la undécima Euroliga en Belgrado, en la Ciudad Blanca, que eso es lo que significa Beograd. Espera ya este sábado a las siete el vigente campeón, el Anadolu Efes.
Para plantarse ahí tuvo que abatir a su ogro particular de los dos últimos años. Y lo consiguió viniendo desde atrás (38-52 en la segunda parte), con el corazón de Llull y de un Causeur otra vez trascendental en el Stark Arena con 18 puntazos en tramos determinantes. Y con Yabusele pletórico, y momentos clave de Poirier y Deck, también de Abalde.
Cuando un entrenador como Laso tiene que hacer malabares, ir a contracorriente e inventar cosas, es que siente que su equipo necesita un as en la manga para sorprender. Y así vimos de salida al Madrid. Un cuarto y


