El futuro es rosa

Los neones tiñen de fucsia la fachada del Palacio de Tokio y el Museo de Arte Contemporáneo parisino expone un par de piezas de colección que se ganan a pulso la etiqueta de arte moderno. Alpine recuperó ayer las presentaciones a todo trapo para estrenar ante invitados, influencers, patrocinadores y medios el A522 que pilotarán Fernando Alonso y Esteban Ocon esta temporada. La firma francesa eligió un marco incomparable, con la postal de la Torre Eiffel a escasos 200 metros de una maqueta de F1.

No se mostró un coche, sino tres, y esa es quizás la principal pega de la velada: dos fueron maquetas marca blanca y el tercer ejemplar, en apariencia un monoplaza de verdad, apenas se dejó ver en foto. Hay un cuarto, el auténtico, que descansa en un garaje del Circuit de Barcelona para que sus pilotos lo estrenen hoy en un filming day de 100 kilómetros. Lejos de París, pequeña decepción.

El protagonista de la noche no fue un piloto, tampoco Otmar Szafnauer (team principal) o Bruno Famin (director ejecutivo) en su estreno oficial como altos cargos de la escudería. Ni siquiera Laurent Rossi, CEO de la marca y autor de todos esos cambios de personal; Davide Brivio, que se ha mudado a otro puesto directivo aún más indeterminado; o Luca de Meo, al frente de Grupo Renault. Todos los focos fueron para el rosa de BWT, una empresa austriaca de sistemas de filtración de agua que se ha colado como un calcetín colorado en la lavadora y ha desteñido la mitad del Alpine, En las primeras dos carreras de 2022 el monoplaza lucirá rosa al completo en homenaje al title sponsor de la escudería. Lo que no consiga el dinero no se puede hacer en la Fórmula 1.

XPB / James Moy Photography Ltd. (XPB / James Moy Photography Ltd.)

Se presentaba un coche y hay