Debacle mallorquinista ante un Granada arrollador

Hace dos años el Granada mandó al Mallorca a Segunda y esta vez, casi. el empate a uno al descanso ofrecía lo previsto, es decir, un partido a cara de perro con reparto de goles y mucha intensidad habida cuenta lo que había en juego con tan solo tres jornadas más por delante. Pero la segunda mitad fue un desplome absoluto de los locales ante un Granada cuya efectividad es digna de estudio una vez que cada vez que llegaron a portería hicieron gol.

Un error múltiple en defensa dio lugar al 0-1, aunque Salva Sevilla con una volea espectacular desde fuera del área igualó el resultado para llegar al descanso con opciones para ambos equipos. Pero la segunda parte del Mallorca fue ridícula ante un Granada que resolvía la cita a medida que se acercaba al área mallorquinista.

Tras la reanudación, muy pronto, los de Karanka golpeaban de nuevo como al inicio del partido con una buena combinación culminada por Escudero. No obstante la rendición de los locales no estaba presupuestada y aunque Puertas puso primero el 1-3 en el marcador, Raíllo recortaba distancias con un remate de cabeza de auténtico delantero centro. El 2-3 abrigaba esperanzas en la grada pero a partir de ahí llegó la hecatombe. Jorge Molina, un killer de 40 años de edad marcaba diferencias con sus goles y sus asistencias. Anotó el cuarto, regaló el quinto a Uzuni, y anotó el sexto para fulminar a todo el mallorquinismo.

La victoria granadinista fue de tal calibre, que los jugadores bermellones se quedaron abatidos en el terreno de juego al finalizar el partido como si ya hubieran descendido sin tener en cuenta que quedan tres partidos por delante y que denota que el equipo está roto anímicamente. Por su parte, el Granada sale del descenso y se dispara en lo anímico