Cristiano suma y sigue

Como Madrid y Barça, Cristiano Ronaldo y Messi son vasos comunicantes. Lo que hace uno tiene incidencia en el otro. Si el argentino, a sus 34 años, se exhibió en Pamplona ante Letonia con cinco goles, el portugués,a sus 37, lideró la victoria de su selección ante Suiza en la Nations League. Si no llegó a los cinco fue de milagro. Se quedó en dos, una cifra demasiado mortal para él.

En contra de sus costumbres y tradiciones, Suiza se ha asentado en la primera línea del fútbol de selecciones con más obreros que orfebres. A base de trabajar más el barro que el chocolate. Con jugadores afincados en las grandes ligas pero sin ninguna estrella de renombre. Seferovic, Xhaka, Shaqiri y Sow, entre otros, han hecho del conjunto suizo un equipo rocoso, que muerde en todas las zonas del campo dos áreas y contra el que no es nada cómodo jugar. Con ese cuarteto atacante, Suiza empezó dominando el encuentro e incluso pudo adelantarse en el marcador por medio de Seferovic, pero el VAR anuló el gol del ex de la Real por mano previa al remate. Fue la jugada clave del partido. A partir de ese momento, Suiza desapareció.

Poco se supo de Portugal hasta la jugada del gol, pasado el cuarto de hora. Cristiano lanzó una falta al borde del área que Kobel rechazó como pudo y Willan Carvalho, el más listo, empujó el rechace al fondo de la red sin oposición alguna. Un mazazo para una Suiza que hasta entonces había dominado y que se vino abajo de manera dramática. Diez minutos después, Cristiano hizo su gol 116 con Portugal al culminar una contra en la que fue asistido por Diogo Jota y anotó el 117 tras aprovechar un rechace de Kobel que le cayó a los pies con el meta ya vencido. La estrella portuguesa tuvo dos ocasiones clarísimas para irse al