Cenicienta no se va del baile
No hay March Madness sin historia de Cenicienta y no ha habido nunca una Cenicienta como estos Peacocks, lo pavos reales de Saint Peter’s que jugarán el Elite 8 de 2022. La final regional, los cuartos de final del gran torneo universitario, la puerta a la Final Four de Nueva Orleans. Serán 40 minutos, en el Wells Fargo Center de Philadelphia y contra una de las universidades más reverenciadas del deporte estadounidense: North Carolina. Los Tar Heels tienen 52 presencias en el torneo, 129 victorias (las mismas que Kentucky, en la cima de la NCAA), 20 apariciones en el Final Four y seis títulos. St Peters está en su cuarto torneo, ha ganado tres partidos, todos en las dos últimas semanas. Y desde luego no sabe lo que es pisar una Final Four ni, claro, ganar un título nacional. ¿importa eso, a estas alturas?
<p dir=«ltr» lang=«en» xml:lang=«en»>This weekend is about to be ELITEDebería importar, pero esto es el March Madness. Este es el gran baile y hay un momento en el que la lógica deja de contar, en el que no hay suficientes guionistas de Hollywood que mejoren lo que pasa en la pista, en las gradas, delante de las televisiones de todo el país. Esa es la mística, la química y la física de este torneo. Esos son los huesos de una cita sin la que es imposible entender el calendario deportivo estadounidense. St Peters es el primer seed 15 (ranking 15 en un cuadro de 16) que llega al Elite 8. Nunca lo había logrado, con un sistema implementado en 1979, un equipo que partía entre los puestos 13 y 16. Ha pasado en el Este, donde lucharán por la Final Four el octavo (North Carolina) y el decimoquinto. Cayeron Baylor y Kentucky, 1 y 2 de ese lado del cuadro. Y el viernes se fundieron el 3 (Purdue) y el 4, UCLA, que no pudo con