Jon Uriarte es la tercera vía para. Representa una candidatura joven, la alternativa sin etiquetas a dos transatlánticos como Barkala y Aretxabaleta, que arrastran el abrigo del PNV y Vocento. Quiso protagonizar una puesta de largo innovadora, en la Campa de los Ingleses, donde empezó a jugar el club bilbaíno, aunque la adversa climatología obligó a trasladar el acto a cubierto, bajo el puente de La Salve. Por suerte, le respetó al lluvia, sólo hubo un leve chispeo en un instante.Tras madurarlo durante meses, el empresario bilbaíno se decantó por presentarse y ayer recogió la documentación en Ibaigane para formalizar la candidatura. «Sentimos que el Athletic nos necesita», resolvió. El domingo tomó una decisión «que me va a cambiar la vida» porque «vivía cómodo en el anonimato». Esgrime que no tenía «afán de notoriedad», pero se presenta «por sentido de la responsabilidad y del deber».
«No sé qué etiquetas tienen los otros candidatos, me gustaría que se me asocie a un soplo de aire fresco, con capacidad de gestión, respaldando los valores y la filosofía del club. Mi equipo ha obtenido unos logros increíbles, a ver si somos capaces de trasladar esa buena gestión profesional al club», desgrana. No ve ahora mismo el Athletic que le apetece. «La situación del club es delicada, no es la idónea y vamos a tratar de cambiarla», añade; su principal ocupación estará en modernizar la gestión, pues la entidad «dispone de unos activos brutales, somos la envidia de muchos por el mundo». Subrayó dos líneas maestras en su programa. Uno es la «limpieza». «Vamos a hacer una campaña sin embarrar con falsos rumores ni ruido, no entraremos en los fuegos de artificio, nos alejaremos del circo, la carrera debe ser diferente al estilo de una
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