Alonso, contra el mal fario
Los italianos imitan los cuernos con la mano, también se rascan la entrepierna, como gesto para espantar el mal fario. El arranque de temporada de Fernando Alonso ha sido tan positivo en sensaciones (apuntaba a sexto en Arabia, luchó por el top-3 en la clasificación de Australia) como negativo en resultados (solo dos puntos en Bahréin, noveno), así que el quinto en la parrilla del esprint de Ímola sirve para romper con la mala suerte reciente y aspirar a luchar por buenos puntos en las dos carreras del fin de semana. «El coche fue muy rápido en Arabia y aquí también, tengo mucha confianza en el coche pero la fiabilidad ha sido nuestro punto débil», dice un Fernando satisfecho con «el top-5 en una clasificación tan complicada», con esperanza de «recuperar puestos en el esprint». Tiene delante un Haas, de Magnussen, y un McLaren, de Norris. Dos coches de su liga.
El Alpine del asturiano incorpora este fin de semana un suelo nuevo, entre otros detalles menores, y se habló con cierta sorna en el paddock porque Ocon (19º en la clasificación por avería en la caja de cambios) no cuenta con la pieza a estrenar. Sin embargo, el equipo de Enstone lo decidió por rotación y en Melbourne fue Alonso quien no dispuso de las mejoras, cuando solo había una unidad disponible. La situación del francés en la tabla de puntos es opuesta, sin grandes alardes en la pista es séptimo y suma 20 puntos: en Bahréin cazó los abandonos de Red Bull y Alpha Tauri, en Arabia se aprovechó del cero de Alonso para ser sexto y en Melbourne, de nuevo aumentó su botín con las bajas de Sainz o Verstappen.
Alonso arrastra todavía leves molestias en las manos tras el choque del sábado en Australia después de un fallo hidráulico del coche (al no soltar el volante,


