La precocidad está de moda en el mundo del deporte. Cada vez es más habitual ver a jóvenes talentos reinando en las competiciones más importantes. La palabra prodigio, sin ir más lejos, se está pronunciando y escribiendo con mucha asiduidad. En ella, por ejemplo, encaja Iga Swiatek. La tenista polaca, de 20 años, heredará el número uno del ranking de Ashleig Barty, paradójicamente retirada a los 25, con muchos honores. Como campeona de Miami,, y encadenando los tres primeros Masters 1.000 (también Doha e Indian Wells) de la temporada, siendo la primera jugadora de la historia que lo logra. Juventud al poder. Gracias a su aportación, pero también a la de un Carlos Alcaraz que, ante sí, tiene la oportunidad de lograr su primer torneo de la mencionada categoría, después del ATP 500 cosechado en Río de Janeiro.