El verano se avecina agitado en el mercado futbolístico y no solo por los potenciales movimientos de Mbappé y Haaland. Otras estrellas planetarias tienen su futuro entre interrogantes, como es el caso de Serge Gnabry. El extremo, una pieza esencial en el engranaje del Bayern, termina contrato en 2023 y, según ha podido saber AS, no tiene claro su próximo movimiento. El gigante muniqués quiere extender su contrato y la renovación, más allá de ser un problema económico, depende de la decisión del futbolista nacido en Stuttgart hace 26 años.