Podemos fijarnos en cualquiera de los tres goles de Cedric porque fueron tres obras de arte. El primero y el tercero, dos asistencias de Soko, levantando la cabeza y haciendo lo que pedía cada jugada, en el primero centrando por arriba y por detrás de los defensas y en el tercero, viéndoles hundidos, por bajo y por delante de los zagueros. Y luego, claro, Cedric lo bordó con un remate de interior suave al contrapié del portero en uno y con un control orientado a la media vuelta y tiro al largo en el otro. Sombrerazo. Pero déjenme regodearme en el segundo, que no fue un gol de Primera RFEF ¿Footters?. El del golpe franco de Pablo Torre. Tenía la duda de si era una jugada de pizarra y Cedric lo aclaró esta mañana: no fue práctica de estrategia (que el Racing trabaja a puerta cerrada dirigida por Duvy Paredes, el segundo de Romo), fue puro talento. Cedric vio el hueco en la defensa de la Cultural, que esperaba un balón en busca de la división aerotransportada, le hizo gestos disimulados a Pablo, que tardó entre 0 y 1 nanosegundo en ver la jugada en su cabeza. ¡¡¡Y se la puso ahí, el tío!!! Y el control del nigeriano fue estupendo, y su tiro al rincón preciso… Veo al Barça pidiendo precio por Cedric para tener la pareja al completo. Por cierto, vean la expresión de Pablo en la foto de arriba de Nacho Cubero, ¿parece la de un tipo que está pensando en su nuevo club?