Pablo Carreño, un jugador acostumbrado a alcanzar cotas altas en los Grand Slams, no sentirá vértigo cuando se enfrente este domingo (sobre las 10:45, Eurosport) en octavos del a Matteo Berrettini. Ya ha llegado hasta donde debía por su ranking (21º) y todo lo que haga a partir de ahora será para «dar un pasito más adelante» para mejorar su trayectoria y su clasificación. Pero en este partido le va algo más. El italiano, número siete del mundo, eliminó en el desempate del quinto set en la tercera ronda a su amigo y compañero de entrenamientos en Villena, Carlos Alcaraz. Así el gijonés intentará consumar la venganza de Equelite, la Academia que regenta Juan Carlos Ferrero, entrenador del murciano, y en la que ambos tenistas se preparan y conviven habitualmente, en las acogedors cabañas que hay en las instalaciones.