Alcaraz va a por faena, derrota a Munar y espera a Tsitsipas

Algún “¡Vamos, Carlos!” se va escuchando en el graderío, este viernes soleado en contraposición con la lluvia del jueves. Tímido porque tampoco es que Alcaraz necesitase muchos ánimos para superar su partido de octavos, en el Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó. Y también porque el grito suena casi a sacrilegio, por mucho que se dirija a un prodigio de 18 años, en la pista que lleva con honores el nombre de Rafa Nadal.

Aguantó Jaume Munar lo que tardó en romperle el servicio, al sexto juego, su amigo Alcaraz, con quien esta semana peloteaba en las mismas pistas del RCT Barcelona. Con el 3-2 para el de El Palmar, empezó a vacilar en el servicio el mallorquín y su rival, número 11 del mundo, olió sangre. Dicho y hecho, del 4-2 se pasó al 6-3 en el que el orgullo y el buen juego de Munar compitió contra ramalazos de un nivel superior, el de Alcaraz, sus reflejos, inteligencia y un derechazo severo, rígido, imponente, que podría arreglar abolladuras.

Resistente, templado en su saque, fue manteniendo su servicio Munar en el segundo set, incapaz eso sí de inquietar a su adversario en algún intento de ‘break’. Bajo la mirada de su entrenador, Juan Carlos Ferrero, trataba de ir ya a por faena Alcaraz, consciente de que cada julio de energía resultaría valiosísimo, quizá determinante, en una jornada maratoniana como la de este viernes.

Con romperle dos veces el servicio, la última en el juego definitivo del segundo set y del partido, le bastó a Alcaraz para superar un partido igualado ante Munar y con solvencia los octavos de final, solo unas horas antes de que este viernes por la tarde deba afrontar ya el cruce de cuartos, previsiblemente contra Stefanos Tsitispas, quien en el primer set se deshacía con facilidad de