Al rojo vivo. Así lleva unos días la NBA, en unos playoffs que suben de revoluciones a medida que pasan los días. La serie entre Grizzlies y Warriors está siendo el epicentro de la polémica, de la suciedad más grande y de las delcaraciones cruzadas. Pero no están solos: el Celtics-Bucks no está dejando a nadie indiferente y tanto los verdes como Giannis Antetokounmpo han rajado del arbitraje. Y Joel Embiid, con la cara rota y atraviado con una máscara, pasó de criticar a la afición de los Raptors a hablar negativamente del público en general, además de mostrar su carácter habitual en cada momento en el que puede. Una concatenación de situaciones que están dejando el juego en un desgraciado segundo plano y que está provocando que se hable mucho de los árbitros y no tanto de baloncesto.