Hasta hace nada, Giuliano Simeone era ese chiquillo que, aprovechando sus viajes desde Argentina, se quedaba al final de los entrenamientos de su padre en el Atleti pateando balones a portería. Como hacía Óliver, el niño de Juanfran, Tiago, el de Filipe, Joel, el de Gabi. Cuando su padre fichó por el equipo rojiblanco como entrenador acababa de cumplir nueve años. En la temporada 2015-16, en uno de sus viajes, de hecho, su padre lo utilizó como recogepelotas en el Atlético-Getafe. Ese niño que seis años después debutaba con el primer equipo, el único hijo de los tres del Cholo (los tres de su primer matrimonio, con Carolina Bandini) que lo ha hecho. Fue en el último encuentro disputado por los rojiblancos. Y por derecho propio. Giuliano es el goleador del Atlético B. El ascenso a la Segunda RFEF pasa en parte por sus botas. Lleva 25 goles. Hizo un hat-trick antes del debut y un doblete después. Ésta ha sido su semana fantástica.