De la nada al todo. Acudir a Cornellà-El Prat es, en demasiadas ocasiones, un ejercicio de supervivencia. Ante el Celta, el conjunto perico 'regaló' muchos minutos a su afición de nada, pero pocos equipos son capaces de acelerarte el corazón con la facilidad que lo hace el blanquiazul. Los cambios de ritmo de Darder, los controles de RdT y, ayer, el gol de Wu Lei son un claro ejemplo cuando el partido estaba siendo soporífero. El tres veces ganador del Balón de Oro chino (2018, 2019 y 2021) emergió para hacer enloquecer a un estadio que estaba a punto de explotar. La paciencia tiene un límite y el delantero chino lo alejó.