Con 19 años, Anthony Martial era internacional sub21 y acababa una campaña en la que anotó ocho goles en la Ligue 1. Llamó la atención del Manchester United y se convirtió en el adolescente más caro del fútbol mundial. Pretendido por el Arsenal, aterrizó en Manchester, convirtiéndose en el tercer desembolso más grande en la historia de los red devils por detrás de Ángel Di Maria y Juan Mata. El Monaco, que había pagado al Olympique de Lyon poco más de cinco millones de euros por el atacante se embolsaba casi 43. Tan alta era la estima por la joven promesa que el club monegasco incluyó tres cláusulas que incrementarían el precio total del traspaso en caso de cumplirse.