Withey pasó cinco años de su vida en la NBA, repartidos por los Pelicans, Utah y Dallas. En los Mavericks coincidió en la temporada 2017-18 con una de las grandes estrellas que ha exportado Europa a la competición norteamericana: Nowitzki. «Es un jugador increíble, del que intenté aprovechar todo lo que pude. Me quedaba al final de los entrenamientos tirando en su presencia y me corregía posturas. Además de un gran jugador, me pareció un excelente compañero, me transmitió muchos conceptos del juego», argumenta le pívot del Bilbao Basket, un hombre que hasta hoy, y mira que estamos en enero, no había comparecido ante la prensa y nadie sabía ni cómo es su voz ni qué piensa en esta etapa en Miribilla.