Viera ilumina el camino que completa Jesé Rodríguez

La vida es bella con Jonathan Viera. Al menos para Las Palmas, que a lomos del mejor jugador de la categoría acabó empequeñeciendo a un combativo Málaga que dio la cara hasta el final.

Siguiendo el patrón establecido, obligados cada uno a intentar jugar como más le convenía, el partido empezó con el Málaga cediéndole descaradamente el balón a Las Palmas, acaso consciente el equipo blanquiazul de que, cuando se trata de posesión, poco se puede hacer si el equipo grancanario carbura a gusto. Otra cosa es la gestión que se haga de la misma. Acumulaba el equipo andaluz mucha gente por el centro, allí donde su rival de esta noche es más peligroso que ninguno, por lo que tocaba a los locales armarse de paciencia.

Jugaba el Málaga a que aconteciera lo menos posible. Por eso, ante el atasco, música y paciencia. Así, la primera ocasión de gol se retrasó hasta el minuto 15, cuando una genialidad de Viera dejó a Mujica en franca posición de disparo desde la frontal del área de Dani, que vio como la jugada acabó en un córner que no tuvo ningún peligro.

Las Palmas se fue desperezando poco a poco, y cuando su trío de solistas (Viera, Kirian y Moleiro) empezó a conectar el partido se convirtió en un suplicio para el Málaga, que haciéndolo todo empezaba a quedarse sin nada. De pronto, el aluvión en su campo. Primero, una exquisitez de Moleiro obligó a Cufré a intervenir cuando se cantaba el gol de Mujica. Después, en la misma jugada, Rober y Kirian estamparon el balón en el palo izquierdo. Y ya en el minuto 25, el pase de la muerte del propio Kirian acabó roneando a Viera, al que la bastaron dos sutiles toques con su bota izquierda, la mala, para hacer el 1-0. Cuando estos dos futbolistas conectan a Las Palmas solo le pasan cosas buenas.