Van der Poel se enfunda el primer rosa en una llegada loca
Clamores entre la multitud. Un gentío abrumador en la Plaza de los Héroes de Budapest, donde figuran imponentes las estatuas de los fundadores de Hungría, dio una calurosa bienvenida a la No era para menos, ya que no todos los días se ve a un compatriota en un país de escasa tradición ciclista tomar la salida en una de las carreras más importantes del mundo. Su nombre, Attila Valter, corredor del Groupama FDJ que desató la locura entre sus compatriotas. Sin embargo, no pudo ser profeta en su tierra. que cumplió los pronósticos de máximo favorito para enfundarse la primera maglia rosa (tercer neerlandés que lo logra tras Wim Van Est y Erik Breukink) en un accidentado esprint. En los últimos metros, Caleb Ewan tocó la rueda trasera de Biniam Girmay y se fue al suelo, una imagen muy similar a la que sufrió en el Tour de Francia el año pasado y por la que debió abandonar. Eso permitió a Pello Bilbao, fantástico en este tipo de esprints reducidos, amarrar unos valiosos segundos de bonifciación con la tercera plaza.
Sólo Mattia Bais y Filippo Tagliani se animaron a representar a los equipos italianos, desde la fuga, en este primer día de carrera. Los dos corredores del Androni llegaron a alcanzar una ventaja de 11 minutos, pero ni por esas tambalearon los planes de un pelotón que con el paso de los kilómetros apretó el paso, constante y sin agobios, para darles caza. Neutralizados a 14 km de meta, en buena parte por el trabajo de un Alpecin Fenix que hacía presagiar lo que estaba por venir, todo se resolvería en la pequeña ascensión final de la localidad de Visegrad, entre una ciudadela medieval y un lujoso balneario con vistas a la montaña: 5,6 km al 5% de promedio.
Y en esas rampas, ya en los minutos antes de tomar la salida,