Una obra de arte de Kyrie Irving
“Me tiré algunos lanzamientos que ni tenía que haber intentado… de los duros de verdad. Con dobles y triples marcajes. Pero mientras pueda hacerlo con una sonrisa en la cara y mis compañeros no se enfaden mucho, habrá merecido la pena”. Es el análisis de Kyrie Irving, 100% Kyrie Irving además, después de anotar 60 puntos en pocos más de 35 minutos contra Orlando Magic (108-150), que es el peor equipo del Este (18-52) pero que había ganado cinco de sus nueve partidos anteriores y tiene una de las defensas más efectivas de la NBA desde el parón del All Star. Qué más da: los Nets tienen dos jugadores contra los que no hay antídoto, que ni reparan en qué se les pone delante cuando están en racha. Para la tercera victoria seguida, el domingo, el equipo de Steve Nash (sin Kyrie, porque se jugaba en Nueva York y sigue sin vacunarse) Exprimidos todos, necesarios. Esta vez, para la cuarta consecutiva (ya están octavos en el Este), fueron 60 de Kyrie que, glups, pudieron ser más: después de un triple lejano, el base se sentó a falta de 8:33 para el final y con 94-128 en el marcador. ¿Hasta dónde podría haber llegado si se lo hubiera propuesto en una noche tan iluminado y con tanto tiempo por delante? Mejor ni imaginárselo.
Durant y Kyrie (solo 19 partidos en lo que va de temporada por su rechazo a la vacuna) son imparables, dos de los mayores talentos anotadores de la historia. Por eso, pase lo que pase y sean lo disfuncionales que sean, los Nets son un equipo cuyo techo siempre será el anillo, cuyo pico de rendimiento está fuera del alcance de todos los demás en la NBA. La cuestión es si veremos ese pico, si tocarán ese techo. Mientras, tenemos noches como esta de Kyrie: 20/31 en tiros, 8/12 en triples, 12/13 en tiros libres. 41


