Un Madrid inagotable

El Real Madrid se ha plantado en la final de la Champions League en París a base de fe y de remontadas; no ha tenido una eliminatoria tranquila, en todas ha tenido que remar a contracorriente para pasar de ronda.

Ante el PSG, levantó un 1-0 de la ida y un momentáneo 0-1 en Madrid con tres goles de Benzema en la segunda parte. Ante el Chelsea, dilapidó su 1-3 de la ida, llegando a estar 0-3 en la vuelta, pero entre Modric y Rodrygo mandaron el choque a la prórroga y ahí volvió a aparecer Benzema. Y frente al City, el no va más: cayó 4-3 en Mánchester y perdía 0-1 en el minuto 90; apenas minuto y medio después, ya estaba 2-1. Y en la prórroga, de nuevo Benzema. Siempre Benzema, autor de 15 goles en esta Champions, 10 de ellos en eliminatorias.

Si verse por detrás en el marcador le supusiese al Madrid una losa psicológica, no hubiese llegado nunca a la final del Stade de France. De hecho, de los 600 minutos de eliminatorias que ha disputado (540 en seis partidos completos, más dos prórrogas), solo ha ido ganando en 113'. La virtud del Madrid ha estado en saber concentrar sus goles en fuertes andanadas que dejan grogui al rival: al PSG le hizo tres goles en 17 minutos; al Chelsea, dos en apenas cuatro minutos, que remató con otro nada más regresar del descanso; y al City, dos en poco más de un minuto, y otro a los cinco minutos de arrancar la prórroga.

De esos 600 minutos, el Madrid ha estado clasificado en 181', ha tenido la eliminatoria igualada en 159' y ha estado eliminado en 260', nada menos. El caso más notorio que el del City: se vio por detrás de la eliminatoria desde el minuto 2 de la ida y no logró voltear esa situación hasta el 91' de la vuelta: 179 minutos en el alambre, donde el Madrid camina cómodo, amagando