Un City nunca visto

Terminó el partido con los ánimos caldeados en el Wanda Metropolitano. el Atlético de Madrid tenía que decir adiós a la Liga de Campeones en cuartos de final. La afición apenas se movió y cantó el himno para acompañar a los suyos. Un orgullo por lo realizado a pesar de la derrota.

acabó siendo la sentencia absoluta de la eliminatoria. Un chispazo de talento que acabó derribando el muro.

En Madrid, Simeone apuntó todos sus misiles contra el Manchester City en el momento exacto: la segunda parte. Aguantado el 1-0 en el global de la eliminatoria durante partido y medio, quedaba salir a morir con todo y solo la falta de precisión mató las opciones de los rojiblancos, que fueron huracán en la segunda parte.

Estos quitaron la posesión al Manchester City (51-49) y remataron hasta en trece ocasiones hacia la puerta de Ederson, eso sí, solo dos fueron rumbo a la meta y el brasileño tuvo que empeñarse. Las ocasiones claras se sucedían durante una parte y cerca se quedó el milagro. El Manchester City demostró que el estilo importa y saben cual es su vía para ganar, pero que los equipos campeones (y el City lo es) también tienen que saber sobrevivir. Igual fue el rojiblanco, el duro ambiente… El City vivió lo que en Inglaterra llaman «una noche fría y lluviosa en Stoke». Mal clima y todo en contra. Demostrar si saben sobrevivir en los peores escenarios y el tiburón celeste, que no mordió como habitúa y estaba herido, sobrevivió con el otro fútbol. Uno que muestran poco, pero que demostraron saber utilizar.

Guardiola fue consciente de que estuvieron cerca de morir en la orilla, ahí donde les puso el Atlético. Reconoció el mérito rojiblanco y azuzó a los suyos. " Venimos de un partido sin tiempo para preparar éste. Ellos han estado muy