Trippier: fiesta con mal final

Era un duelo de sensaciones. Los dos equipos ingleses que más se habían reforzado en el pasado mercado de invierno. El Newcastle contra el Aston Villa. Howe contra Lampard. Trippier contra Coutinho. Una nueva oportunidad para que los magpies se reencontraran con su gente cinco días después de probar la dulce miel de la victoria y de festejar el futuro en St. James Park, porque se presenta muy prometedor.

Tras unos minutos de indecisión por parte de ambos equipos, el Aston Villa pareció coger las riendas del partido. Los muchachos de Gerrard apostaron por jugar desde atrás, pero sus combinaciones nunca lograron superar la segunda línea de presión de las urracas, con Jonjo Shelvey como encargado de liderarla. El capitán del Newcastle estaba cómodo y eso ayudó a su equipo a encontrar las primeras oportunidades de gol.

Fue en el minuto 34 cuando el árbitro pitó penalti a favor de los magpies, pero rápidamente rectificó y dio falta. A Kieran Trippier, con el brazalete de capitán después de cuatro partidos desde su debut, poco pareció importarle. Pegado a la cal que señala el límite del área grande de Emiliano Martínez, el defensa colocó el balón con esmero y soltó un zapatazo que se coló por el medio de la barrera villana. Antes de que Martínez pudiera siquiera reaccionar, el cañonazo de Trippier ya estaba en las mallas y St. James Park cantaba un nuevo gol del exatlético, el segundo de falta en tan solo cinco días.

Fue un rayo de luz en una primera parte gris, a trompicones, que acabó con Manquillo marchándose lesionado antes de que se diera paso al descanso. Pero las lesiones siguieron a la vuelta de los vestuarios, y recién empezada la segunda mitad, Trippier también cayó lesionado. No habían pasado más de 50 minutos y el