Tavares irrumpe para cortarle las alas al UCAM Murcia

FINALIZADO

Tener la cabeza en un sitio, en Belgrado, en la Final Four, por ejemplo, limita porque cuerpo y alma no van a la par, aunque al Madrid la presencia física y lo que le quedaba aquí de espíritu le sirvió para cumplir con la exigencia competitiva (90-69), para vencer al UCAM y que el Gran Canaria, que se juega la última plaza de playoff con el equipo murciano, no le reclamara desde la distancia su desempeño. Si era cuestión de presencia física, la de Tavares (14 puntos, 9 rebotes, 4 tapones en 20:37 en cancha), que no arrancó de titular, tuvo mucho peso tras un primer cuarto inaudito, y no por el resultado (19-21), sino porque el Real no dio ninguna asistencia y, sobre todo, no lanzó ningún triple. Acabaría luego el partido con 14 pases y 17 intentos (7 dianas).

El caboverdiano jugó con intensidad, tabicó su aro en el segundo acto (le apuntaron dos tapones en ese tramo, pero entre balones rozados y tiros cambiados podrían ser siete u ocho acciones intimidatorias), cerró todos los rebotes y tuvo temple para sumar debajo de canasta pese al acoso de Lima, Cate y compañía. Y bien Deck a su lado.

El UCAM perseguía un reto mayúsculo: ganar por primera vez en su historia en pista blanca. Decía Sito Alonso en la previa que era un momento único, “ahora o nunca”, seguirá siendo nunca, al menos hasta la próxima ocasión. Una bala menos para alcanzar el playoff, pero aún el cargador no se ha vaciado. El UCAM se pone el sábado en manos de su verdugo este miércoles, porque si los blancos cierran la fase regular con victoria en Gran Canaria y ellos vencen al Zaragoza, acabarán octavos, igualados a 17 victorias pero con el average de su lado. Queda otra opción, la tercera vía, ni para Granca ni para UCAM… y sí para el Surne Bilbao.