Superremontadas de Márquez para sexto y Rins para segundo

Qué carrerón el del GP de Las Américas de MotoGP, con victoria merecidísima de Bastianini y remontadas para el recuerdo de Rins, que terminó segundo, y Márquez, que lo hizo sexto. El del Repsol Honda se ha levantado otra vez de sus cenizas, ha dejado atrás de nuevo sus problemas de visión doble y se sobrepuso a una mala salida que le llevó a la última plaza, la 24ª, y desde la que remontó hasta la sexta a base de tesón y de ser el piloto que siempre fue, el que nunca se rinde, el que siempre lo intenta, el que no tiene miedo, a nada ni a nadie.

Habría que hacer más de una crónica para contar con detalle todo lo que pasó en la prueba de Texas. El escuadrón Ducati que copaba las cinco primera plazas salió bien y fue Miller el que puso en fila india el grupo al principio. Todo lo contrario le pasó a Marc en el arranque, porque se quedó clavado en la salida por falta de entrega de potencia de su Honda. Un fallo mecánico, como confirmó su equipo después de la carrera, que le metía en una faena que le complicaba aún más las cosas en la carrera de su esperada reaparición, dos después de su caída en Indonesia.

La remontada de Marc estuvo plagada de pasadas de todos los colores, y también de varios sustos, con rodeo sobre la Honda incluido. En el final de recta de la cuarta vuelta, entró colado y estuvo a punto de llevarse puesto a Maverick y Binder, pero los esquivó y pudo continuar con su remontada. Por delante, el que también escalaba con el cuchillo entre los dientes era Rins, que partía séptimo y cedió dos posiciones en la salida. El de Suzuki se fajó con la bravura de los grandes y valientes, sin importarle que las Ducati le superaran varias veces inmediatamente después de que él los pasara. Pero de todos sus adelantamientos,