Suecia blinda un territorio

Una isla en medio del mar Báltico, conocida como isla paradisíaca y destino vacacional de los nacionales suecos, refuerza en estos últimos meses sus defensas, mientras Suecia se plantea entrar en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). La isla, provincia sueca de 170 kilómetros de longitud, atrae a más de dos millones de visitantes cada año. Famosa por sus asentamientos de la época vikinga y sus formaciones rocosas, es reconocida por su naturaleza y playas. Es, por tanto, .

Su situación geográfica es, por otro lado, estratégica. Si el país escandinavo está reconstruyendo su presencia militar en Gotland, es porque esta isla se encuentra a 300 kilómetros del enclave ruso de, entre las fronteras de Lituania y Polonia. Este lugar actuaba históricamente como elemento disuasorio clave contra la expansión soviética. Tras la caída de la Unión Soviética, el territorio fue –en los años 2000–, pero después de la anexión rusa de la península de Crimea, en el año 2015, el gobierno sueco instaló de nuevo un regimiento y un sistema de defensa antiaérea.

Desde la invasión de Ucrania por parte de las tropas rusas, el ministro de Defensa, Peter Hultqvist, envió en enero cientos de militares para reforzar la isla: desde entonces las tropas patrullan las calles, soldados entrenan en sus bosques con munición real y las autoridades han distribuido entre los vecinos un folleto sobre cómo actuar si la guerra estalla, .

Finlandia y Suecia han mantenido hasta la fecha su posición de neutralidad. La guerra en Ucrania ha impulsado el ingreso a la Alianza Atlántica, a pesar de las reticencias históricas. La ministra de exteriores sueca, Ann Linde, ha valorado como “importante” el mensaje de los altos cargos finlandeses que ha informado