El Madrid lo intentó y. Nada de reproches en ningún sentido. Es el fútbol, ese híper mercantilizado fútbol al que tanto contribuyó el Real Madrid antes de la explosiva batida del PSG y el Manchester City. Solo el discurrir del tiempo dictará el ganador del pulso resuelto por Caben varios supuestos. Si el Madrid sigue siendo el Real Madrid y el PSG se perpetúa como el actual PSG será el club blanco el más beneficiado del pulgar abajo de Mbappé, deportivamente el gran derrotado en esa conjetura. La gran victoria del jugador pasaría por una promoción del club parisino que evocara la de Di Stéfano con el Madrid o Cruyff con el Ajax, por ejemplo. Al fenomenal futbolista galo solo se le comprende desde la idea de aceptar un reto colosal: convertirse en la locomotora que encumbre a la entidad parisina y a la Liga francesa, que nunca han estado a la altura de la entronizada selección del gallo. No lo intentaron Kopa, Platini y Zidane, emigrantes de un fútbol con bajo techo. Solo el Marsella de Bernard Tapie, y de forma más que sospechosa, ha levantado una Orejona para el país nodriza de la competición.