Renovación profunda
El de finales de marzo, con el cambio de José María Durán por Mao Ye en la cúpula ejecutiva. La, con las salidas de Vicente Moreno y Francisco Joaquín Pérez Rufete, entrenador y director deportivo. Y ahora, una renovación profunda en la plantilla. Acabada la Liga, en un discreto decimocuarto puesto y a solo cuatro puntos del descenso, emprende el Espanyol el siguiente y necesario paso hacia una nueva etapa. El paso de la consolidación a retos mayores. Al menos, esa es la pretensión.
Será largo el verano. Y movido, si se ejecutan tantos movimientos como se tienen en mente desde el club. Prácticamente una treintena, una cifra récord, comenzando por el entrenador, pieza indispensable para tomar decisiones en muchos de los casos. Diego Martínez es el deseado, la prioridad, pero dista de estar atado hasta hoy. La pretensión en el Espanyol era que finalizara el mes, incluso esta semana, con el panorama aclarado. Y no solo en el banquillo, sino también con muchos de los futbolistas que terminan contrato. Al mando, el actual director deportivo, Domingo Catoira.
Casos emblemáticos como Diego López, David López y Óscar Melendo no pueden demorarse, en cualquiera de los sentidos, igual que sucederá con Dídac Vilà, Fran Mérida y Oier Olazabal. Mucho más evidente es el desenlace con los cedidos, quien regresarán a sus clubes de origen: Yangel Herrera (Manchester City), Loren Morón (Betis), Manu Morlanes (Villarreal) y un Tonny Vilhena que solo tendría opción de continuar si la invasión rusa en Ucrania acabara por invalidar definitivamente su contrato con el Krasnodar.
En el siguiente escalafón de los posibles movimientos figuran futbolistas con contrato, pero cuyo rendimiento ofrece dudas, por lo que se les podría buscar un acomodo o