Primera fiesta completa del 'tridente mágico' del Liverpool

La llegada de Luis Díaz al Liverpool tuvo una triple consecuencia. Firmino, que cada vez tenía menos minutos, ya es oficialmente suplente. Diogo Jota, que pujaba por el puesto de 9, vuelve a pasar más tiempo en el banquillo que en el césped. Y Mané, que desde hace años había hecho suya la banda izquierda de Anfield, se ha visto desplazado al centro. Pero todo eso da igual si Salah sigue en su sitio. El egipcio volvió a dar ante el Norwich una masterclass de desborde y clase. Viste de rojo, pero parece llevar esmoquin. Antes de su golazo, el de la remontada, ya había dejado claro que su nombramiento como tercer mejor jugador de 2021 en The Best no fue un capricho de la FIFA con dos jugadas que el Messi del Barça o el Maradona de sus mejores tiempos habrían firmado sin dudar. Conducción, regate, ténica, imaginación. Que ambas jugadas terminaran fuera de la portería fue una injusticia divina.

Con una tarde como la que estaba teniendo ayer Salah, Klopp no tenía motivos para lamentarse a pesar de que el Norwich se adelantara con un gol de rebote de Rashica, cuyo disparo desvió Matip a gol dejando a Alisson clavado como una estatua al inicio de la segunda parte. Menos aún si Mané igualaba el partido con un golazo de chilena. Era un día para el espectáculo. A los tres minutos del gol del senegalés Alisson el Liverpool remontó el partido con un golazo de Salah pero que tenía la firma de Klopp: pelotazo de Alisson a la espalda de la defensa que el egipcio bajó al piso tras hacer una diagonal perfecta y, con todo a su favor, se deshizo de Gunn con un doble recorte que dejó bailando al portero del Norwich para terminar empujando la pelota a la portería vacía.

La fiesta fue redonda cuando Luis Díaz, el nuevo juguete del Klopp, anotó