Pogacar rompe una racha imperial de carreras en el top-10
La gran mayoría de corredores del pelotón internacional valorarían com positivo un 12º puesto en una carrera de la trascendencia de la No así Tadej Pogacar, un auténtico devorador de récords que ha convertido en rutina lo extraordinario. Sus números, cada vez más imponentes (pichichi del año con siete victorias), le otorgan el cartel de máximo favorito allá donde va, aunque eso no le sirvió de mucho al esloveno en una clásica belga en la que rompió una racha tremenda tras una mala colocación en el Muro de Huy que le obligó a quemar energías extra para remontar posiciones.
Desde el pasado 5 de octubre, Pogi había encadenado siete carreras de un día finalizando entre los diez primeros: Tres Valles Varesinos (3º), Milán-Turín (4º), Giro de Lombardía (1º), Strade Bianche (1º), Milán-San Remo (5º), A Través de Flandes (10º) y Tour de Flandes (4º). «Me excedí al límite, llegué a la primera fila con 200 metros para el final y estaba bastante emocionado, pensando 'estoy aquí, puedo hacerlo'. Pero luego me golpeó el (ácido) láctico y apenas llegué a terminar, pero todo está bien. No lo veo como una debilidad, en una carrera de un día sucede esto: a veces no puedes tener tu mejor día y otras puedes hacerlo realmente bien. Pero no creo que esto haya sido una debilidad», resumió Pogacar al finalizar la carrera, con nula preocupación y sin perder la sonrisa.
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