Pisotón al sentido común
Iturralde González
Hagamos un poco de memoria y recordemos que los jugadores siempre han usado tácticas de intimidación hacia los contrarios. Así es como hemos llegado a ver tantos pisotones que los protagonistas llaman ‘fortuitos’.
Hubo una época en la que era común el ‘tackling’ por detrás tocando el balón pero a la vez, por efecto del movimiento, golpeando con la otra pierna a los tobillos del jugador contrario. Esas acciones no nos parecían rojas pero dejaron fuera de los terrenos de juego a muchos jugadores. Se detectó el problema y se empezó a cambiar de amarilla a roja la sanción para estas acciones en las que, repito, primero se tocaba balón. Hoy en día podemos decir que están erradicadas.
Posteriormente llegó la moda de los codazos. Hubo temporadas con mas de diez lesiones graves de pómulo. El jugador siempre decía que saltaba así como protección y que no quería hacer daño. Entonces se decidió que este tipo de acciones de saltos con movimiento de brazo al contrario eran muy peligrosas y empezamos a expulsar. Milagro: dejaron de verse estas acciones tan dañinas. Aún hoy se producen algunas, pero están casi erradicadas.
Ahora en nuestro futbol nos encontramos con la moda de los pisotones, enmascarados en una disputa de balón que muchas veces no es tal. Vayamos al principio del espíritu del juego. Jugar al fútbol no implica la deliberada acción de pisar a un contrario con la excusa de jugar el balón. Pisar a un contrario es más grave que un ‘tackling’. El jugador debe saber medir cuando mete el pie al disputar el balón y ser consciente del riesgo que supone para el adversario, de igual manera que lo es para su equipo si juega el balón con la mano en su área.
Aquí veo un gran problema. Desde los comités técnicos